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By: Prof. Dr. Walid ‘Abd al-Hay.


Introducción

El legado histórico de la relación entre Israel y Sudáfrica ha contribuido a la actual ambigüedad entre ambas partes. En las primeras etapas, el panorama político de Sudáfrica estaba dividido entre un régimen que promovía la discriminación racial y veía a Israel como un aliado desde 1948 hasta 1994. Esta relación se intensificó después de la Guerra árabe-israelí de 1967 y continuó desarrollándose rápidamente hasta 1987, cuando los esfuerzos internacionales para aislar al régimen del apartheid en Sudáfrica comenzaron. Durante estas dos décadas, las relaciones entre Israel y Sudáfrica se expandieron en diversos campos, incluyendo la cooperación en el proyecto nuclear israelí.

Con el colapso del régimen del apartheid y la victoria de las fuerzas nacionalistas lideradas por el Congreso Nacional Africano (CNA) en 1994, la relación de Sudáfrica con Israel comenzó a divergir sin rescindir completamente su reconocimiento de Israel como Estado. En ese momento, Israel mantenía una embajada en Pretoria y una oficina comercial en Johannesburgo, mientras que Sudáfrica tenía una embajada en Tel Aviv. También se realizaron visitas recíprocas entre funcionarios de ambos países. Cabe destacar que el primer presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, visitó Israel en 1999, aunque un año antes había recibido en Sudáfrica al presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat.

Situación actual de la relación

La relación entre Israel y Sudáfrica se caracteriza por el apoyo de Sudáfrica a la creación de un Estado palestino en los territorios ocupados en 1967, mientras que sigue reconociendo a Israel a pesar de tensiones ocasionales. Estas tensiones han incluido varios eventos notables: el retiro del embajador sudafricano en 2010, la operación del Movimiento Boicot, Desinversiones y Sanciones (Movimiento BDS) en Sudáfrica desde 2012, la recepción de una delegación de Hamás en 2015, el retiro del embajador y el personal de la embajada sudafricana de Israel en noviembre de 2023 tras el primer mes de la Operación Tormenta de al-Aqsa, y finalmente, la presentación de un caso por parte de Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) acusando a Israel de “genocidio del pueblo palestino” en diciembre de 2023.

Cambios importantes tras la Operación Tormenta de al-Aqsa

Después de la Operación Tormenta de al-Aqsa, la relación entre Israel y Sudáfrica experimentó dos desarrollos clave que darán forma al futuro de su relación:

1. Los resultados de las elecciones de junio de 2024 en Sudáfrica, donde 52 partidos compitieron, con 18 partidos asegurando escaños en el parlamento. Del resultado de estas elecciones destaca:

a. El CNA, que ha sido el principal defensor de la causa palestina, ha disminuido en influencia. Comparando el número de escaños de las elecciones de 2019 con las de 2024, el número se redujo de 230 a 159 escaños, lo que representa una pérdida de 71 escaños, o el 31% de su poder de voto total.
b. Este resultado sugiere que el CNA ya no podrá aprobar unilateralmente sus decisiones, especialmente en política exterior, como lo ha hecho desde 1994, cuando disfrutaba de una cómoda mayoría para avanzar en sus decisiones gubernamentales.
c. Para complicar aún más la situación, otras fuerzas políticas que, en diversos grados, se opusieron a la postura del CNA sobre las repercusiones de la Operación Tormenta de al-Aqsa han progresado significativamente y ahora forman parte de un gobierno de unidad nacional. Estas fuerzas incluyen:

• La Alianza Democrática (AD), que representa principalmente a comunidades blancas y apoya a Israel, aumentó sus escaños de 84 a 87 entre 2019 y 2024.
• El Partido de la Libertad Inkatha (IFP, por sus siglas en inglés), que representa a comunidades zulúes, incrementó su representación de 14 a 17 escaños.
• La Alianza Patriótica, que declaró su apoyo a Israel tras la Operación Tormenta de al-Aqsa, aseguró 8 escaños.

Estos resultados electorales han disminuido la capacidad del CNA para monopolizar la toma de decisiones, colocándolo en una posición difícil mientras equilibra su compromiso con Palestina y su interés en mantener la coalición gubernamental.

2. Un número creciente de países se ha unido a Sudáfrica para presentar el caso de genocidio contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) bajo los Artículos 62 y 63 del Estatuto de la Corte. Los siguientes países han solicitado formalmente unirse al caso: Nicaragua (8 de febrero), Bélgica (11 de marzo), Colombia (5 de abril), Turquía (1 de mayo) y Libia (10 de mayo). Además, varios países han expresado su intención de unirse, incluyendo Egipto (12 de mayo), Maldivas (13 de mayo), México (24 de mayo), Irlanda (28 de mayo), Chile (2 de junio), España (6 de junio), sin olvidar a Palestina (3 de junio) y Cuba (22 de junio). Sin embargo, la corte aún no se ha pronunciado sobre ninguna de estas solicitudes.

El creciente número de solicitudes de adhesión refuerza la credibilidad del caso de Sudáfrica, reflejando la creciente crítica internacional hacia Israel.

Rol futuro

Sudáfrica es un importante centro de influencia en el continente africano, ocupando el sexto lugar en términos de población. Sin embargo, su situación interna jugará un papel crítico en determinar su capacidad para mantener su postura política sobre el conflicto en Medio Oriente. La estructura del gobierno de coalición — liderado por el presidente Cyril Ramaphosa del CNA, con un vicepresidente de la AD — complica la toma de decisiones, como se mencionó anteriormente. Además, las dinámicas de poder tradicionales sugieren que el país tiene una influencia regional e internacional en disminución. Más allá de la autoridad moral de Sudáfrica, arraigada en su historia de superación del apartheid, el país enfrenta desafíos considerables. Sudáfrica tiene el índice de Gini más alto del mundo [el índice de Gini mide el grado en que la distribución del ingreso o el consumo entre individuos o hogares dentro de una economía se desvía de una distribución perfectamente equitativa]. Además, su puntuación de -0.72 en el Índice de Estabilidad Política, junto con una tasa de desempleo del 33.55%, socavan su capacidad para ejercer influencia.

Una faceta esencial de la diplomacia internacional de Sudáfrica son sus esfuerzos por moldear las reglas globales, con el objetivo de lograr un “equilibrio suave” con las potencias regionales e internacionales dominantes. Sudáfrica ha aprovechado efectivamente sus recursos diplomáticos para fortalecer sus lazos con diversas redes internacionales y para reconfigurar el marco global a su favor. Este éxito se ejemplifica con su membresía temprana en el grupo BRICS, su papel activo en la resolución de conflictos en África — habiendo contribuido a la solución de nueve conflictos africanos — y sus esfuerzos por mejorar el papel de la Unión Africana. Cabe destacar que Sudáfrica superó a muchas potencias globales en la redacción de resoluciones adoptadas por la Asamblea General de la ONU entre 1994 y 2023. Este logro se refleja en el aumento de Sudáfrica en el índice de globalización política, pasando de aproximadamente 47 puntos a alrededor de 89 puntos entre 1994 y 2022. Además, el liderazgo de Sudáfrica al plantear el tema del “genocidio” contra Israel y la afluencia de países de todos los continentes que buscan alinearse con Sudáfrica subrayan aún más esta tendencia diplomática, la cual la resistencia palestina debería aprovechar estratégicamente.

Conclusión

Sudáfrica seguirá apoyando la causa palestina en un futuro previsible, aunque este apoyo puede ser menos efectivo debido a los recientes resultados electorales. Sin embargo, es crucial fortalecer los lazos con el CNA gobernante y aprovechar su alianza con el partido islámico Al Jama-Ah (que tiene dos escaños) y otros partidos pro-Palestina, especialmente en la asesoría sobre la gestión de relaciones con Sudáfrica. Además, es importante capitalizar la posición moral de Sudáfrica y sus avances en los indicadores de globalización política.


First published in :Al-Zaytouna Centre for Studies and Consultations


Walid ‘Abd al-Hay: Ph.D., profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Yarmouk (Jordania) y exdirector de ese Departamento. Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad de El Cairo y ha enseñado en varias universidades. Es miembro del consejo directivo de la Universidad al-Zaytoonah de Jordania, el Centro Nacional de Derechos Humanos (NCHR) de Jordania y la Universidad Nacional de Irbid. ‘Abd al-Hay fue consultor en el Consejo Superior de Medios y en la Junta de Reclamaciones en Jordania. Publicó 37 libros, en su mayoría centrados en estudios futuristas en teoría y aplicación. Sus libros en árabe incluyen: Estudios de futuros en relaciones internacionales, Estudios de futuros en ciencias políticas, Métodos de estudios de futuros y sus aplicaciones en el mundo árabe, El estatus futurista de China en la escala de poder internacional 1978-2010 e Irán: El futuro del estatus regional 2020 (2010). Ha traducido numerosos libros y estudios del inglés al árabe y ha publicado más de 120 investigaciones en revistas académicas arbitradas.
El Dr. ‘Abd al-Hay es un colaborador frecuente de las publicaciones de al-Zaytouna. Es el autor del capítulo “La cuestión de Palestina y la situación internacional” de la serie Informe Estratégico de Palestina desde 2006 (11 volúmenes, que cubren el período 2006-2021). Presentador frecuente de ponencias en las conferencias de al-Zaytouna, formador y autor de varias evaluaciones estratégicas.


World and New World Journal (worldnewworld.com), 24/10/2024