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By: ‘Atef al-Joulani.
La Autoridad Palestina (AP) de Ramala se vio sorprendida por la Operación Inundación de Al-Aqsa del 7/10/2023, seguida de una agresión israelí generalizada contra la Franja de Gaza (GS) y de continuas incursiones en diversas zonas de Cisjordania (WB). La AP se ha mostrado confusa, indecisa, impotente y débil a la hora de responder a la evolución de los enfrentamientos y de tomar medidas prácticas contra estas agresiones. Esta situación plantea interrogantes sobre los factores que influyen en la postura de la AP.
Primero: Determinantes y factores influyentes:
Los factores más importantes que influyen en las decisiones y posiciones de la AP en relación con la agresión israelí a GS y las incursiones en WB pueden resumirse como sigue:
1. La AP está preocupada por su existencia y su papel a la luz de las amenazas del gobierno derechista israelí de socavar la AP, limitar su papel y acusarla de financiar el terrorismo. La falta de condena del atentado de Hamás del 7 de octubre ha complicado aún más la situación. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha indicado la disposición del ejército israelí a enfrentarse a las fuerzas de seguridad de la AP, calificando de “fatídico error” los Acuerdos de Oslo que la establecieron.”
2. Existe un contraste de opiniones en el seno de la AP respecto a cómo afrontar la agresión a GS: una aboga por la neutralidad, la cautela y la espera del resultado del enfrentamiento entre Hamás y las fuerzas de ocupación, y la otra hace hincapié en la necesidad de emprender acciones prácticas para preservar la imagen de la AP y evitar la condena por complicidad y abandono. Las noticias indican que Mahmud ‘Abbas, Hussein al-Sheikh y Majed Faraj adoptan la primera, lo que se ha reflejado claramente en las decisiones y la posición actual de la AP.
3. Las obligaciones de seguridad impuestas por los Acuerdos de Oslo, que obligan a la AP a coordinar la seguridad con Israel, mantener las condiciones de seguridad e impedir las actividades de resistencia. A diferencia de casos anteriores en los que la AP insinuó congelar la coordinación de seguridad con la ocupación, cabe destacar que no se adoptó tal postura en relación con la agresión actual.
4. Estados Unidos ha pedido a la AP que se comprometa con sus visiones y acuerdos para gestionar la SG tras el actual enfrentamiento con Hamás. La AP ha respondido a estas demandas, expresando su disposición a gestionar los GS, tras el fin de los enfrentamientos, dentro de un marco político que incluya los WB y los GS.
5. La rivalidad política con Hamás y el deseo de debilitarla como fuerte oponente político. Algunas figuras influyentes destacadas de la AP creen que el actual enfrentamiento entre Hamás e Israel representa una oportunidad crucial para zanjar la competencia con su rival político y recuperar el control sobre los GS.
6. Las posiciones de influyentes partidos árabes que pretenden acabar con el dominio de Hamás sobre el BP, debilitarlo y potenciar el papel de la AP en los Balcanes Occidentales y el BP. También quieren detener el aumento de las actividades de la resistencia en WB, que amenazan la influencia de la AP.
7. El temor de la AP a las repercusiones económicas si adopta posturas que provoquen a la parte israelí. Israel ha decidido retener unos 156 millones de dólares de los fondos mensuales de liquidación, alegando que esta cantidad incluye salarios, asignaciones para los empleados y gastos para el BP. Hay indicios de que el gabinete de seguridad israelí está considerando la posibilidad de liberar los fondos de liquidación retenidos a la AP y permitir que los trabajadores de WB trabajen dentro de los territorios palestinos ocupados bajo nuevas condiciones de seguridad.
8. El declive de la popularidad de la AP entre los palestinos debido a su débil posición respecto a la guerra contra el EI y a su incapacidad para resistir las incursiones generalizadas en los Balcanes Ocupados. Numerosas protestas airadas en ciudades de los Balcanes Occidentales han pedido la dimisión del presidente de la AP. Un reciente sondeo de opinión realizado por el Centro Palestino de Investigación Política y Encuestas en colaboración con la Fundación Konrad Adenauer reveló un descenso significativo de la popularidad de la AP. Alrededor del 58% de los encuestados pidió su disolución, mientras que el 72% apoyó la Operación Inundación de Al-Aqsa y el 64% se opuso a la participación de la AP en las reuniones con Estados Unidos, con la participación de los países árabes, para debatir el futuro de la SG después de la guerra para.
Segundo: La postura de la AP ante la agresión:
A través del seguimiento de las acciones y posiciones de la AP durante los 70 días de agresión israelí a GS y las continuas invasiones de ciudades de WB, su postura puede resumirse en los siguientes puntos:
1. La AP tuvo una reacción limitada, limitándose a declarar su rechazo y condena de la agresión israelí sin emprender acciones eficaces e influyentes para contrarrestarla. Renunció a su papel de proteger al pueblo palestino, o al menos reconoció su incapacidad implícita para hacerlo.
2. La AP participó en las reuniones de las instituciones de acción conjunta árabes y musulmanas y se convirtió en miembro de los comités derivados de estas reuniones para el seguimiento de sus decisiones.
3. La AP impidió que sus fuerzas de seguridad se enfrentaran a los continuos ataques israelíes en WB. Continuó persiguiendo a los grupos de resistencia y realizando detenciones entre los activistas palestinos.
4. La AP se esforzó por restringir las actividades populares en los Balcanes Occidentales que apoyan la resistencia y se oponen a la agresión israelí contra los GS. Limitó los espacios de movimiento popular e impidió la interacción con las fuerzas israelíes.
5. La misión palestina en las Naciones Unidas (ONU), junto con algunos embajadores palestinos, han aclarado eficazmente la posición palestina, han contrarrestado la narrativa israelí y han trabajado para emitir desde la Asamblea General de la ONU resoluciones de alto el fuego. También se enfrentaron a las propuestas estadounidenses de condena de la resistencia.
6. La AP evitó convocar ninguna reunión nacional conjunta para reforzar el frente interno contra la agresión israelí. Hizo hincapié en que la AP y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) son los únicos representantes del pueblo palestino, excluyendo a cualquier otra parte.
Conclusión
En general, la postura de la AP coincidía con la postura oficial árabe, dominada por una visión negativa de la resistencia militar palestina y de los movimientos islámicos reformistas. Esto se alinea con su deseo de que la AP sustituya a Hamás en la gestión de la SG.
A pesar de presentarse como representante del pueblo palestino, expresando su sufrimiento y sus aspiraciones, su comportamiento práctico sobre el terreno en los Balcanes Occidentales, especialmente mediante el mantenimiento de la coordinación en materia de seguridad con Israel, la represión de los movimientos populares y la prevención de cualquier escalada de la Intifadah, la desobediencia civil y la resistencia armada, estableció un entorno “cómodo” para Israel. Prácticamente marginó a más de tres millones de palestinos de los Balcanes Occidentales de la participación en actividades de resistencia, salvo en circunstancias excepcionales.
Parece que los dirigentes de la AP prefieren una política de espera, anticipándose a lo que resultará de la agresión israelí a los BP, y algunos de sus dirigentes consideran que la derrota de la resistencia y el dominio de la ocupación son cuestión de tiempo. En consecuencia, la AP es la candidata a hacerse cargo de la administración de GS, pero se niega a reconocerlo abiertamente, para que no parezca que viene montada en tanques israelíes. Porque esto conduciría a un mayor deterioro de su popularidad, ya en declive, y a una pérdida de credibilidad. Prefiere tener una fase de transición antes de asumir la responsabilidad, dentro de un consenso nacional si es posible y una visión más amplia para un progreso genuino en el proceso de paz.
Por lo tanto, es poco probable que en los próximos días se produzca un cambio sustancial en la postura de la AP sobre la agresión israelí a GS, dada la continua influencia de los factores mencionados y a la espera de que se aclaren los resultados de la batalla.
First published in: Al-Zaytouna Centre for Studies and Consultations
Atef al-Joulani Un periodista jordano y autor de Palestinian Origin, editor en jefe del periódico Assabeel y experto en asuntos políticos y estratégicos palestinos y jordanos. Ha publicado docenas de artículos, análisis políticos, evaluaciones de situación y documentos, además, con frecuencia es presentado por canales de radio y televisión. También participa en muchas de las actividades del Centro Al-Zaytouna y contribuye en la redacción de evaluaciones estratégicas.
World and New World Journal (worldnewworld.com), 26/1/2024
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